Cuando el Ministerio de Obras Públicas y Transportes ha lanzado la advertencia, en sus redes sociales, de no soltar a los bebés para alimentarlos, con el vehículo en movimiento, algunas personas han expresado excusas inadmisibles, como el hecho de que estacionar para alimentarlo implica un retraso en su desplazamiento, o que no hay un lugar para estacionarse en el camino.
Al respecto, el director de la Policía de Tránsito, Oswaldo Miranda Víquez, quiso señalar, en esos casos puntuales, que jamás una consideración como “atrasarse” debe ser más importante que la seguridad e integridad física de un hijo y respecto a espacios para estacionarse, siempre existirá un lugar para orillarse de forma segura, aún en rutas que, se acepta, no siempre tienen amplios espaldones.
“Siempre existirá un pequeño espacio en una ruta de montaña, que pueden ser las más complicadas para ese propósito de estacionarse y ni hablar en las ciudades. Es preferible un bebé llorando que un bebé fallecido, así de duro podría ser el panorama, y que algunos padres y madres quieren justificar con excusas de poco valor comparativo”, acotó Miranda.
Así, si bien darle el pecho al hijo es uno de los actos de amor más hermosos de una madre para con su bebé, también implica un riesgo si se hace mientras se viaja en un vehículo, con el menor fuera del dispositivo de retención, según su edad, talla y peso.
Lamentablemente, la Policía de Tránsito ha tenido que sancionar en algunos casos en los que, bajo el argumento de alimentar al menor, su madre le va dando del pecho, sosteniendo al infante en sus brazos e incluso ella sin el cinturón de seguridad puesto y con el vehículo desplazándose.
Esta conducta se sanciona con una multa de ¢246.000 y se acumulan 4 puntos en la licencia, siendo lo menos relevante respecto a consideraciones más importantes como la seguridad del bebé.
Si bien las autoridades comprenden la necesidad de alimentación de los niños, en especial de un lactante, debe realizarse privilegiando siempre la seguridad de todos, en especial del bebito y estacionarse es, claramente, la solución y la conducta más responsable que se puede tomar.
Asimismo, cuando el bebé necesita ser asistido, sea para cambiarle el pañal, por ejemplo, tampoco debe soltarse al niño del dispositivo, si el carro va en movimiento.
Si el adulto se traslada al asiento trasero a acompañar al bebé o a darle de comer, esa persona no tiene autorización para estar suelta en el vehículo, también debe colocarse el cinturón de seguridad, es obligatorio.
Para Miranda, la prisa por dejar al bebé en la guardaría y seguir hacia el trabajo, el ir tarde para una cita médica del bebé o justificaciones similares, nunca estarán por encima de la salvaguarda del infante, debe privilegiarse su seguridad.
Por otro lado, advirtió el funcionario, se podría poner a un fisiculturista, con brazos muy fuertes y, aun así, no podría sostener a un menor en sus brazos, en un choque frontal, quiso ejemplificar, para explicar que no existe posibilidad de que un padre o una madre retengan a su bebé, en sus brazos, en un accidente.
En el 2023, un total de 1.623 conductores recibieron una sanción de ¢248.000 (monto de la multa el año pasado) y acumularon 4 puntos en la licencia por llevar niños no sujetos a un dispositivo, en el vehículo. En el primer cuatrimestre del 2024 la suma de sanciones por esta misma causa fue de 283 boletas.