3.856 motociclistas recibieron una sanción de ¢61.000 por insistir en no usar indumentaria reflectante

Foto de motociclista en vía pública.
3.856 motociclistas recibieron una sanción de ¢61.000 por insistir en no usar indumentaria reflectante
Casi una sanción por hora, en promedio

Los hace ver menos “cool”, olvido, el costo, de día “no sirven para nada”, o simple rebeldía son algunas de las motivaciones para que un sector de los motociclistas se niegue a portar indumentaria reflectante de la luz, como lo exige la Ley de Tránsito.

Pese a ser el tipo de actor social que más mueren en carretera, con 165 fatalidades de las 307 muertes totales en el sitio del accidente vial, en el primer semestre del año, algunos se niegan e insisten en argumentar contra esta indumentaria que podría, incluso, marcar la diferencia entre un percance o no, al hacerlos más visibles.

Así, en el primer semestre del año, 3.856 conductores de motocicleta se llevaron una sanción de ¢61.000 por no portar este tipo de dispositivo, es decir, unos 21 por día, casi uno por hora.

“Un argumento muy reiterativo es que algunos dicen que de día no aporta, pero están partiendo de una premisa equivocada que durante todo el día hay sol brillante, porque siendo de día hay lluvia, días oscuros, neblina, atardeceres, amaneceres, las mismas sombras de los árboles en un día soleado los hace menos visibles, pasan por túneles en Circunvalación o por el Zurquí, en fin, es un argumento que carece de validez, porque no podemos hacer un reglamento enorme detallando las circunstancia en las que sí o no se debe usar durante el día. Tampoco es creíble que un motociclista se quite el chaleco si hace sol, y si entra a un paso inferior se lo pone y luego se lo quita al salir de él, es absurdo, inviable. Es de uso obligatorio, de día y de noche, cuando se circula”, acotó Martín Sánchez Agüero, subdirector de la Policía de Tránsito.

En esa misma línea, el funcionario quiso recalcar que no le corresponde a la Policía de Tránsito acreditar responsabilidades en los accidentes, pues es un tema judicial, y se entiende y se sabe que no siempre el motociclista es responsable del percance en el que está involucrado, pero sí es también un hecho que, a veces, en algunos casos, la banalidad de no querer usar indumentaria reflectante los hace menos visibles y más proclives a un accidente.

Tampoco parece tener sentido que, siendo la motocicleta, en muchos casos, la herramienta de trabajo de estas personas, que la utilizan para ganarse el sustento, se nieguen a aumentar su seguridad con una indumentaria que los hace más visibles y que cuesta unas 20 veces menos que la multa que se llevan por no usarla, apenas unos ¢3.000, aproximadamente.