Las multas de ¢364.000 no en vano son las más altas de la Ley de Tránsito, pues se busca disuadir y, caso contrario, sancionar a quien tenga comportamientos de los más peligrosos en carretera.
Así, adelantar en una curva, en un puente o en una intersección o invadir el carril contrario, separado por barrera continua son de las conductas más preocupantes pues pueden degenerar en un choque frontal, con las lamentables consecuencias.
La Policía de Tránsito mencionó que en el primer trimestre del año tuvieron que sancionar con ese monto a 194 conductores que decidieron que su prisa era más importante que la seguridad propia y la de terceros, por lo que optaron por ganarse unos segundos adelantando en curva, en una intersección y hasta en un puente.
Otros 589 conductores tendrán que ajustar el dinero para pagar esa fuerte multa por invadir el carril contrario, pese a la demarcación que lo prohibía.
No menos peligroso, con la misma sanción, 114 conductores quisieron ganar tiempo girando en U o a la izquierda en un sitio donde existía señalamiento expreso que lo prohibía.
Para las autoridades, vivimos en una sociedad acelerada, reflejado en la cantidad de muertes por exceso de velocidad (39), por la invasión de carril (37 fatalidades) y en quienes irrespetan la señal de Alto (37 multas de ¢246.000 y acumula 4 puntos en la licencia) y por quienes irrespetan el semáforo en rojo (446 boletas con la misma sanción que por irrespetar el Alto).
Las personas, con tal de ganarse unos segundos, cometen imprudencias y luego pierden más tiempo en un proceso judicial, en un hospital o mueren, concluyeron.