Esta semana comenzó la construcción de las aproximaciones (estructura que une los puentes con la carretera) para los puentes sobre los ríos Tamales y Corozal, en la ruta 245, en Puerto Jiménez de Osa.
Esta labor es fundamental para poner en servicio los dos pasos modulares, tipo Acrow, que se comenzaron a armar desde febrero pasado y que ya están debidamente lanzados (colocados). Actualmente, los usuarios pasan por vados al lado del sitio donde se instalaron estas estructuras.
Además de los rellenos de aproximación, también se trabaja en la colocación de barreras de contención, tipo flex beam, señalamiento vial, ciclopeo (técnica constructiva que consiste en una mezcla de hormigón con grandes piedras, utilizada en cimentaciones, muros de contención y otras estructuras) para confinar los rellenos. Además, se debe hacer un enrocado en el puente de Corozal.
Así, tal como se anunció, será para mayo cuando se pongan en servicio estos pasos, lo que incidirá positivamente para evitar los problemas de incomunicación por tierra que se generan en Puerto Jiménez y justo cuando en estos días está comenzando la temporada de lluvias en el Pacífico Sur, analizaron en la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes, del Consejo Nacional de Vialidad.
Estas obras representan una inversión de ¢481 millones, para el armado y lanzado de los puentes, de carril extra ancho de 4.2 metros, lo que permitirá el paso de camiones pesados, resaltaron en el Consejo.
El monto incluye obras como placas y colocación de pilotes metálicos que den soporte a las estructuras, que tiene 30.5 metros de longitud, en el caso del Corozal, y de 39.6 metros sobre el río Tamales.
Gracias a los diseños de la Dirección de Puentes, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, la altura de la base de las vigas con respecto al espejo de agua se incrementó considerablemente, lo que evitará que estos afluentes, ante una posible llena, puedan tocar el puente, lo que permitirá mantener la transitabilidad de los usuarios en todo momento.
Mejoras por ¢1012 millones
En la misma ruta 245, en Puerto Jiménez, se viene trabajando en una serie de obras de mantenimiento vial, con una inversión de ¢1012 millones.
Entre las labores que se realizan, se incluye la construcción de drenajes y sello asfáltico sobre la ruta en lastre, con material de perfilado.
También, como parte del mantenimiento rutinario, se ha colocado lastre para recobrar niveles aceptables de transitabilidad en la zona, más tomando en cuenta las afectaciones sufridas por los fenómenos climáticos de noviembre anterior, que generaron varios cortes en la vía, resaltaron en el Consejo.
El ingreso de suministros a la zona, la visitación turística, el traslado del ganado que se cría en ese lugar, lo mismo que la salida de productos agrícolas, como la palma, ir y venir a los trabajos, a los centros educativos o a citas médicas, forman parte de los beneficios que se persiguen con estas inversiones.