840 visitas hicieron los oficiales de Tránsito, en el primer semestre del año, a las diferentes fiscalías del país para presentar a conductores, cuyas pruebas de alcohol en carretera dieron positivo en niveles muy altos.
Estas personas debieron, y deberán, enfrentar un proceso judicial por el supuesto delito de conducción temeraria por alcohol al volante.
Estos 840 casos positivos, en niveles muy altos (ver cuadro al final) representan el 17% del total de pruebas de espiración de aire (4.882) hechas en carretera en los primeros 6 meses del presente año.
El Director de la Policía de Tránsito, Oswaldo Miranda Víquez, quiso explicar que no son los únicos casos positivos, pues se suman los 142 conductores que recibieron una sanción de ¢364.000 y acumularon 6 puntos en la licencia, justamente por dar positivo a la prueba, dentro de ciertos parámetros; por debajo, eso sí, de los niveles que implican ser presentados ante las instancias judiciales.
De igual manera, otros 173 también conducían bajo la influencia del alcohol, según el test realizado, pero con niveles muy bajos,
por lo que no recibieron ninguna sanción.
“Si sumamos todas la pruebas positivas, nos da casi un 24%, eso quiere decir que uno de cada cuatro conductores, sometidos a la prueba de alcohol, se atrevió a conducir luego de haber consumido licor. Esto evidencia una pésima conducta, temeraria, sobre la que se debe trabajar desde la prevención, desde la sanción, pero también desde la reflexión no solo de quien conduce, sino desde el círculo familiar y afectivo de esa persona, pues muchas veces ese amigo, esa prima, esa pareja sabe y es cómplice de esta conducta”, analizó el funcionario.
En lo que va del año, 9 personas perdieron la vida en carretera en accidentes vinculados a la conducción bajo los efectos del licor.
