Este 7 de febrero se dio formal puesta en servicio al proyecto entre el Colegio Seráfico y el barrio Loyola, en San Nicolás de Cartago, tres meses antes del plazo contractual establecido para la empresa, para el 7 de mayo.
Se priorizó la demarcación de línea de centro, amarilla, para separar los sentidos de circulación, entendiendo que el asfaltado recién concluyó el fin de semana pasado y se deben dar varias semanas para que cure bien y la pintura se adhiera adecuadamente.
Se seguirá con labores de señalamiento vial y se estima que, para finales de este mes, quedará completamente demarcado, y finalizado todo el proyecto, es decir, poco más de dos meses
antes de lo previsto, según cronograma.
La apertura, entonces, priorizando la línea de centro, destacaron en el Consejo Nacional de Vialidad, persigue poner en servicio una obra que, salvo esa demarcación, ya está lista y se desea beneficiar a los usuarios con la puesta en servicio, comprendiendo que mañana comienza el curso lectivo 2024, en los centros educativos públicos.
Pese a que la Sala Constitucional había ordenado la construcción de un sistema de alcantarillado pluvial, para reducir riesgos de inundaciones, el Consejo aprovechó para ampliar de 2 a 3 carriles la ruta, construir aceras y otros elementos de seguridad peatonal, así como bahías de autobús y un espaldón, entre otras obras.
Mejoras integrales
Como se indicó, además del sistema pluvial, para beneficio de los usuarios, se pasó de dos a tres carriles de circulación, dos de ingreso a Cartago y uno de salida, con un ancho de 3.6 metros cada uno, a lo largo de este kilómetro intervenido, sobre las rutas nacionales 218 y 219.
De igual manera, se construyeron aceras de 1.2 metros, lo que impactará positivamente en la seguridad vial de la zona, más tomando en cuenta que es un sector residencial y con centros educativos.
En esa misma línea, se construyeron bahías de autobús, lo que aumentará la seguridad de los usuarios del transporte público y mejorará la fluidez por la carretera, ya que los autobuses se saldrán de la vía para hacer paradas.
Asimismo, se intervino toda la carpeta asfáltica del tramo, colocando una nueva que mejorará las condiciones de confort y seguridad, lo que se complementa justamente con el alcantarillado, para una mayor vida útil de esa superficie de ruedo.
Finalmente, se construyó un espaldón de 1 metro de ancho, lo que facilitará el estacionamiento de vehículos cuando tengan algún desperfecto o para darle paso a vehículos de emergencia.
Este proyecto tuvo un costo de ¢1.842 millones, provenientes de la Gerencia de Construcción del Consejo.