Con el énfasis en la construcción de la subestructura de un tercer carril, la rehabilitación del puente sobre el río Barranca alcanzó un 22% de avance.
El contar con ese tercer carril es vital para entrar de lleno con la rehabilitación, propiamente dicha, de ese paso sobre la ruta nacional 23, en Puntarenas, ya que, explicaron en la Gerencia de Construcción de Vías y Puentes, del Consejo Nacional de Vialidad, al tenerse disponibles 3 carriles, se podrá cerrar uno de los antiguos y mantener la circulación siempre, en ambos sentidos, con un carril en cada vía.
Así las cosas, en lugar de quedar con un solo carril y hacer pasos regulados, el nuevo carril no solo viene a solucionar el tema de la circulación en ambas vías, simultáneamente, mientras se rehabilita el paso, sino que quedará en servicio, lo que permitirá tener un vía con dos carriles en un sentido y otro en la circulación contraria.
Incluso, también quedarán las previstas para la construcción de un cuarto carril, por lo que, además de una rehabilitación, técnicamente el proyecto también suma la ampliación de la estructura, recalcaron en el Consejo.
Respecto al nuevo carril, a la fecha se tiene construido el bastión N°1 (margen derecha del Río- sector de Puntarenas) y se tiene un avance del 85% en el bastión N°2 (margen izquierda del Río- sector de Esparza).
Durante las siguientes semanas se estará trabajando en el relleno detrás del bastión N°1, así como en la perforación de los pilotes pendientes de las pilas 3 y 4, la colación de armadura y la colado de los pilotes.
Asimismo, se trabaja también en la armadura para los dinteles de las Pilas 2 y 3 y se empezarán las obras de construcción de las vigas prefabricadas.
El porcentaje de avance, como se indicó, es del 22% y el monto contractual de la obra será de ₡4.305 millones. El plazo de ejecución del proyecto es de 455 días naturales, desde su inicio en setiembre pasado.
Las condiciones de deterioro del puente sobre el río Barranca, en Espíritu Santo de Esparza, hizo necesario comenzar una intervención de rehabilitación de esta estructura.
Desde el pasado primero de marzo se comenzó a trabajar día y noche, redoblando turnos, con el objetivo de aprovechar las buenas condiciones climatológicas, propias de esta época seca.
Rehabilitación del puente
El puente tiene una longitud total de 177.8 metros y un ancho de 10.6 metros, de los cuales 8.95 metros corresponden al ancho de la superficie de rodadura.
Con la Intervención, el puente pasará a 17,25 metros de ancho, se tendrá tres carriles (carriles de 3.6 metros de ancho), espaldones (1.3 a 1.8 metros de ancho), barreras de concreto y un espacio compartido de 2.5 metros de ancho para el tránsito de peatones y ciclistas.
El alcance de los trabajos consiste en sustituir, reforzar, reconstruir y ensanchar varios de los elementos principales del puente, como lo son la losa de rodamiento, las vigas, los bastiones, así como las pilas, los apoyos, las conexiones y las juntas de expansión, entre otras estructuras.
Reestablecer las mejores condiciones posibles de seguridad y comodidad en este puente es de suma relevancia, tomando en cuenta que la estructura es vital para el tránsito de mercancías, así como para el traslado de estudiantes a centros educativos y de pacientes a centros de salud, en beneficio, principalmente, de los poblados de Caldera y El Roble.
De igual manera, destacaron en el Consejo la importancia de contar con esta estructura en función del turismo que se genera en la zona, en especial durante la época seca, Semana Santa y fin de año.
Además, recalcaron que la rehabilitación del puente será aprovechada para hacerle una serie de mejoras, como la inclusión de ciclovías y un paso peatonal seguro, ambos elementos actualmente ausentes en la estructura y que son vitales para una zona costera donde la bicicleta es un medio de transporte muy utilizado.